Epilepsia

Epilepsia
que es la epilepsia
La epilepsia es una condición del cerebro que se caracteriza por convulsiones recurrentes. Por lo general, estas convulsiones son de corta duración y consisten en movimientos involuntarios que pueden afectar una parte del cuerpo (parcial) o todo el cuerpo (generalizado). Sin embargo, las convulsiones pueden ir acompañadas de pérdida del conocimiento y del control de la función intestinal o vesical en algunos casos.
Las convulsiones causadas por la epilepsia ocurren debido a descargas eléctricas excesivas en un grupo de células cerebrales. Diferentes partes del cerebro pueden ser el sitio de tales descargas. Debido a que la ubicación de estas descargas en el cerebro varía, las convulsiones asociadas pueden verse muy diferentes. Los signos de convulsiones aparecen como una falta momentánea de atención, espasmos musculares incontrolables o convulsiones incontrolables. Estas convulsiones también varían en frecuencia, desde varias por día hasta una vez cada pocos meses o años.
Es importante tener en cuenta que una convulsión no significa que la epilepsia esté presente en un individuo. La epilepsia en sí se define como tener dos convulsiones más sin una causa subyacente. Se desconoce la causa exacta de la epilepsia, aunque se cree que en algunos casos es genética. Otras causas pueden incluir trauma o enfermedad.

Signos y síntomas de la epilepsia
Como se indicó anteriormente, el signo principal de la epilepsia son dos o más convulsiones que no son causadas por otra afección médica subyacente. Estas convulsiones varían según el lugar donde ocurren y dónde se propagan en el cerebro. Debido a que las convulsiones no siempre son visibles, otros síntomas temporales pueden ser visibles, como:
- Pérdida de conocimiento o conciencia.
- Pérdida de movimiento
- Reducción o pérdida de la visión, la audición y el gusto
- Cambios de humor inexplicables
- Pérdida de otras funciones cognitivas.
Cómo se diagnostica y trata la epilepsia
El diagnóstico de epilepsia generalmente incluye pruebas integrales para detectar y medir anormalidades en las ondas cerebrales de un individuo. Esta prueba también ayudará a determinar dónde comienzan las convulsiones en el cerebro. Una prueba de diagnóstico estándar es un electroencefalograma (EEG). El EEG ayuda a detectar anomalías en las ondas cerebrales midiendo la actividad eléctrica. Además, se pueden utilizar otras pruebas como la resonancia magnética nuclear (RMN) y la tomografía por emisión de positrones (PET).
Las convulsiones generalmente se controlan con medicamentos orales, que generalmente son muy efectivos para la mayoría de las personas. Sin embargo, también existen otras opciones según la gravedad del caso e incluyen cambios en la dieta, dispositivos médicos e incluso cirugía. El objetivo es reducir significativamente o eliminar las convulsiones para detener los efectos secundarios asociados.
Aunque actualmente no existe una cura para la epilepsia, una vez que se realiza el diagnóstico y comienza el tratamiento, la mayoría de las personas pueden vivir una vida plena.
